domingo, 8 de agosto de 2010

Genia del comics feminista.





Les dejo unas historietas de mi idola maitena.Proximamente biografìa de ella.

Plenitud


Me levante de buen humor :D a las 7:00 hs am,con mi grupo de scout fuimos a ayudar en el duathlon. Que frÌo de la gran pu@#, DIOS!!! Con mi amiga ange estuvimos haciendo lo mejor que sabemos hacer, vaguear, ser pubers que quieren llevarse el mundo puesto.
Bien creo que el ser humano, por naturaleza, jamas esta conforme. Cuando somos chicos nuestro sueño es ser adultos, y asi hacer cosas de grandes, decir cosas de grandes y que no lo excluyan a uno por ser chiquito. Cuando vamos creciendo decidimos quedarnos en la adolescencia, para seguir revolucionando, yendo de joda y haciendo de las nuestras en la conocida "edad del pavo". Una vez que salimos del colegio y que empezamos a cargar con responsabilidades de adultos, nos cansamos y deseamos nunca haber pasado la barrera de la niñez, aquella etapa inocente, en la que jugar era lo más serio que podíamos hacer.

A menos de 24 horas de vida, ya somos capaces de llorar con toda la fuerza de nuestras potenciales gargantas para hacernos oìr. Pero los que nacimos sensibles lo seguimos haciendo después por cualquier cosa que para un mortal común resulta insignificante. Todos queremos ser Peter Pan y estar por siempre en el país del Nunca Jamás. Perfecto nombre para un país,el país del niño que nunca quiso crecer. Por algo Peter Pan no quería salir de ahí, porque sabía que la vida afuera, en el mundo real, de este lado de la galaxia tiene poco de aquel país, y sabía a lo que debía enfrentarse. Guerras intrasingentes, la preocupacion del ser humano por poseer y la perdida de un amor, por ej.
Considero a la infancia la mejor etapa de cualquier vida. Pienso que a pesar de las arrugas, seguimos (consciente o inconscientemente) siendo unos niños. Todavía me siento como esa bebé, como si estuviese durmiendo o zapateando en la panza de mi vieja (ya de chiquita era inquieta). Todavía hoy sigo haciendo cosas como caminar por la calle sin pisar líneas irregulares, o saltándome algunas baldosas, o haciendo alguna que otra locura. El mayor don es el de ser infantes. Aunque en el camino a la adultez, podemos perder lo mejor que tenemos cuando somos pequeños: la capacidad de asombro. Todo pasa a ser obvio, de lo natural.

Y es tonto. Porque así no se puede ser un niño por siempre. Porque una vez que perdemos la capacidad de sorprendernos por las pequeñas cosas que la vida nos brinda,nos estamos dejando morir… No creo en la estupida regla impuesta de nacer,vivir y morir,es de pajeros no hacer nada para que quienes somos deje alguna rastro de haber pasado por esta hermosa tierra. Ya no nos emocionamos ni valoramos ni nos asombramos siquiera por lo simple de las cosas que tienen un gran significado afectivo. Me creo capaz de poder seguir jugando con la misma seriedad de cuando era una chiquita.
No quiero ser como el resto, no quiero mancharme con la mierda del mundo y quedarme quieta frente a tanta maldad.
Quiero reír hasta hacerme caca, llorar a cada simple gesto(aunque siempre me consideré más una Campanita de este mundo). No quiero perder mi esencia, mis valores, . No quiero, no quiero, no quiero.

Así soy. Y hoy extraño a personas que ya no están conmigo, momentos que no supe aprovechar, oportunidades que dejé pasar. Sentirme la nena traviesa e hincha huevos que corría detrás de mis hermanos, que iba a escuela de la mano de abuela, hacer tortitas de barro. No quiero dejar que la vida pase y estar de brazos cruzados esperando. Estoy en este mundo por algo. Y mientras me sea posible,quiero hacer algo que quede después. Y no tanto material, sí algo abstracto, pero se siente:saludar abuelitas hacerlas sonreir, gritar cuando subo una pila de escombros,correr carreritas para simplemente sentirme plena y un poco más realizada.

Quiero volver a recordar las mil aventuras vividas en mi vivida niñez. Quiero sentirme niña otra vez, o. Como cuando los dolores del alma aún no me aquejaban y las heridas se sanaban solamente con caramelos de colores.
Hoy entendí que esa es la madurez a la que aspiro.

Pd:sinceramente me siento más una campanita en el mundo que un peter pan
y feliz día del niño para los infantes :D

sábado, 7 de agosto de 2010

mi "porque"


Aja,no me cabe la menor duda...hoy es uno de esos días. Me invade el síndrome bipolar. Me siento alegre y triste. O no es tristeza, más bien es nostalgia y melancolía. Quizás es por eso que este post me salió mejor que los de últimamente realizo en el colegio (a criterio mío). Me gustan estos días,dias reflexivos sobre mi pasado,mi presente y mi futuro. Me ponen a pensar en esos detalles, en recuerdos que están congelados en mi memoria. Y no todos son recuerdos tristes. Sí lo son por el hecho de haberlos perdido, de que ya sucedieron. Pero intento no entristecerme porque los haya perdido, intento alegrarme porque al menos ocurrió. Y eso es lo bello de días como éstos.:)